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- Preparar la salsa de tomate: calentar la salsa de tomate en una sartén a fuego medio.
- Armar la pizza: estirar la masa en un círculo o rectángulo, dependiendo de la forma que desees. Colocar la salsa de tomate en el centro de la masa, dejar un borde de 1-2 cm sin salsa. Agregar el queso mozzarella rallado y los ingredientes adicionales (si los deseas).
- Cocinar la pizza: cocinar la pizza en una sartén grande a fuego medio-alto, con una pequeña cantidad de aceite de oliva. Cocinar durante 2-3 minutos por lado, o hasta que la masa esté dorada y el queso esté derretido.
- Servir: servir la pizza casera sin horno caliente y disfrutar!
Consejos:
Agregar ingredientes frescos y de alta calidad para un sabor más intenso.
Utilizar harina de trigo de alta calidad para una masa suave y elástica.
Dejar reposar la masa durante al menos 1 hora para que fermente correctamente.
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